SEGUNDO BARDO

EL BARDO DE LA REALIDAD

Artículo cortesía de www.budismo.com

El cuerpo sutil y la travesía

Cuando surge el bardo de la Realidad el difunto se despierta en un cuerpo sutil, no en un cuerpo físico material sino en un cuerpo sutil de mente. Nos dicen que él o ella pueden ver su propio cadáver, puede oír el llanto de sus parientes.

 

En esta etapa el difunto no sabe que ha fallecido. Es necesario que el lama, que todavía está sentado al lado del cadáver, le explique eso

“Ahora estás muerto. Abandonaste tu cuerpo físico, abandonaste esta vida, abandonaste tus parientes, abandonaste tu casa -no tengas apego; olvídate de todo; no puedes regresar. Abandonaste todas estas personas, todas las cosas para siempre, entonces deja todo atrás. Piensa mejor en lo que va a suceder, lo que va a ocurrir.”

El lama o hermano en la fe deberá asegurar al difunto que aún puede alcanzar la Liberación.

Visiones y experiencias arquetípicas

El difunto ahora experimenta toda una serie de visiones, experiencias arquetípicas como en un sueño.

En términos específicos del LTM y budistas tibetanos, él ve 110 Deidades Apacibles e Iracundas, es decir, diversos Budas y Bodhisattvas. Estas figuras o estos símbolos psico-espirituales. “Psico” porque se experimentan mental y psíquicamente. Y “espirituales” porque su significado va más allá de la mente consciente ordinaria, o inclusive el inconsciente personal.

Manifestaciones de la realidad

La realidad, la Budeidad tiene cinco aspectos en los que se divide a la experiencia. Estos cinco aspectos se conocen como las cinco Sabidurías -un grupo muy conocido dentro del Budismo tardío- las cinco Sabidurías son personificadas por los Cinco Budas, de cinco colores, blanco, azul, amarillo, rojo, etcétera.

Los Budas con su consortes y los Bodhisattvas comprenden lo que se llama un mándala, un círculo de formas simbólicas muy usado en el Budismo Indio-tÁntrico.

Podríamos decir que estas figuras arquetípicas, de las que ahora tiene visiones el difunto, representan grados descendientes de la Realidad en su experiencia Las visiones duran catorce días, son muy ricas llenas de color y muy complejas. Aquí mencionaremos lo que se conocen como las Deidades Apacibles. Estas aparecen, de acuerdo al LTM, una por una, con sus séquitos, en el transcurso de los primeros siete días después de la muerte.

El primer día se presenta Vairochana el Iluminador

Nos dicen que el primer día el difunto experimenta a que los cielos, la totalidad del espacio en todas las direcciones tiene un color azul profundo, rico y brillante. El difunto tiene esta experiencia de nada sino de una luminosidad azul, muy profunda, un azul brillante, increíble por todas partes, por todos lados. Como una tremenda profundidad de espacio todo azul. Hacia abajo, norte, sur, este y oeste, todo Y desde la región central de lo azul aparece la figura del Buda blanco, Vairochana, el Iluminador Él es de Un blanco brillante, deslumbrante, como la nieve cuando brilla el sol. Está sentado en un trono apoyado por leones, sosteniendo una rueda dorada, el Dharmachakra dorado o Rueda de la Ley, abrazado por su consorte y simbolizando lo que se conoce en el Budismo como la Sabiduría del Dharmadhatu, la Sabiduría de la Realidad Última.

La luz de Varochana

Así mismo desde el corazón de Vairochana, el Buda blanco, brota una luz azul brillante y absolutamente deslumbrante. En ese momento, el lama, aún sentado al lado del cadáver, advierte al difunto que no tenga miedo. Diciéndole,

“Esta es la luz de la Sabiduría del Dharmadhatu, la Sabiduría del la Realidad Última. Entonces, no tengas miedo -esta Realidad es finalmente innata en tu propia mente”.

La luz de los mundos de los devas o dioses

A la vez llega desde el mundo de los dioses una luz blanca opaca la cual golpea al difunto (El mundo de los devas, o mundo de los dioses es una de las seis esferas de existencia sintiente representada en la Rueda de la Vida y una de las formas sintientes de acuerdo con la cosmología budista. Ver articulo de rueda de la vida).

Opciones

En esta etapa uno puede seguir la brillante luz azul para regresar al corazón de Vairochana y de esta manera alcanzar la Libertad, o uno puede seguir la luz blanca opaca y renacer en el mundo de los dioses. El lama, aún sentado al lado del cadáver, sigue hablándole al difunto y le insta a que escoja la primera opción.

“Sigue la luz azul hasta entrar en el corazón de Vairochana.”

De esta manera transcurre el primer día.

El segundo día se presenta Akshobya el Imperturbable
El segundo día, brilla una luz blanca. Alrededor existe un resplandor de un blanco claro, increíblemente brillante. Desde el oriente aparece un Buda azul oscuro y profundo, Akshobya, el Imperturbable, sentado en un trono apoyado por elefantes, abrazado por su consorte y asistido por Bodhisattvas.

 

La luz de Akshobya

Desde el corazón de Akshobya, el Buda de azul oscuro, brota una luz blanca, pura y brillante. Esta es la Sabiduría como un Espejo.

 

Pero a la vez desde las esferas inferiores, las esferas del sufrimiento, los infiernos resplandece y golpea el difunto una luz opaca color humo.

De nuevo, debe escoger entre la luz blanca y la luz opaca color humo: o se Libera en la esfera de Akshobya o renace en un estado de sufrimiento. De esta manera transcurre el segundo día.

 

El tercer día se presenta Ratnasambhava

Aparece el Buda amarillo Ratnasambhava y una brillante luz amarilla resplandece de su corazón, esto es el amarillo de la Sabiduría de la Igualdad,

A la vez desde el mundo humano, brilla una luz opaca color amarillo azulado. Y de nuevo, el difunto debe escoger -lo mismo se repite en diferentes aspectos y niveles y dimensiones-siempre esta la cuestión de escoger. De esta manera transcurre el tercer día.

 

El cuarto día se presenta Amitabha

El cuarto día, surge un Buda de un rojo profundo y brillante. Es Amitabha, o el Buda de la Luz Infinita. Y de su corazón se emite una luz de un rojo brillante, color rubí, la luz de la Sabiduría que Todo Distingue,

Desde el pretaloka, el mundo de los fantasmas, se emite una luz roja opaca que golpea al difunto. Entonces, de nuevo debe escoger entre la luz roja brillante y la luz roja opaca.

De esta manera transcurre el cuarto día.

El quinto día se presenta Amogasiddhi

Un Buda verde, Amoghasiddhi aparece, y de su corazón brota una luz verde brillante, la luz de la Sabiduría que Todo Desempeña,

Mientras desde el asuraloka, el mundo de los Titanes, el mundo de la envidia, se emite una luz verde opaca que golpea al difunto. Y de nuevo tiene que escoger entre dos luces; la luz verde brillante y la opaca. De esta manera transcurre el quinto día.

El sexto día se presentan todos los Budas y sus consortes

El sexto día, aparecen simultáneamente los cinco Budas con sus consortes y sus familias. Resplandecen las cinco sabidurías con sus resplandores de diferentes colores. Desde los cinco mundos de la existencia condicionada también brillan sus rayos de cinco colores.

Todavía existe una oportunidad de la Liberación, todavía hay la posibilidad de escoger, si -y esta es la gran condición suprema- uno reconoce que todas estas formas, todas estas figuras, todos estos arquetipos, que son, en su última esencia, fenómenos de la propia Mente Verdadera. Si uno reconoce estas figuras, luces, colores, sonidos, símbolos, como fenómenos de la propia Mente, entonces uno se puede Liberar. De esta manera transcurre el sexto día.

El séptimo día aparece lo que se conocen como las Deidades Poseedoras de Conocimiento y desde este día hasta el decimocuarto día aparecen ahora, lo que se llaman, las Deidades Iracundas.

La aparición de las Deidades Poseedoras de Conocimiento y las Deidades Iracundas indica mayor enajenación de la Realidad por parte del difunto. Su mente rebota hacia su nivel natural, como una pelota que rebota hacia abajo por la escalera. No es capaz de sostenerse a los niveles más altos de realidad.

Un dato importante es que todas las Deidades Iracundas son apariencias reflexivas de las Deidades Apacibles. Pero conforme uno se aleja de la Realidad, la Realidad asume un aspecto iracundo que corresponde al grado de enajenación que uno tiene de la Realidad. Entonces es cada vez más difícil, a esos niveles, reconocer estas formas iracundas y aterradoras como fenómenos de nuestra propia mente. Uno se queda demasiado abrumado, demasiado aterrado para poderlo hacer.

Finalmente, hacia el cabo de estos días, existe un tipo de remolino de formas semi-animales, monstruosas y terribles. Aquí, prácticamente se pierde el contacto con la Realidad. Pero inclusive en este punto, si todavía oye el difunto la voz del lama y recuerda, reconoce que todas esas cosas, todas esas visiones son simplemente fenómenos de su propia Mente Verdadera, entonces, inclusive en ese punto, uno puede ser Liberado.

Pero si no, si uno ni siquiera es capaz de sostener ese nivel, entonces sigue el próximo bardo, el sexto bardo, que es el bardo del renacimiento, el Bardo Sidpa.

Fuente conferencia de Urgyen Sangharakshita